domingo, 6 de mayo de 2012

RESUMEN: "MAS ALLA DEL GENESIS"


Pelicula: "Más allá del Génesis"

En la película, varios científicos actuales, nos hablan a cerca del proceso que Darwin fue llevando para desarrollar la teoría de selección natural y evolución.

Pienso que la película fue un buen complemento a lo que ya habíamos leído en el libro de "Las musas de Darwin", ya que en esta cinta, los especialistas nos dejan detalles mas aclarados y podemos apreciar mas el trabajo de Darwin.

Por lo que pude ver, Darwin siempre fue un hombre con sensibilidad para entender que ningún ser vivo debe sufrir y le da un lugar al hombre, ya que teoría no conduce a que el ultimo eslabón sea el hombre, al contrario es un árbol, que tiene muchas ramas y el hombre es un animal mas que pertenece a la Tierra y que debe ganarse su lugar.

Uno de los especialistas nos dice que el término de selección natural no es el más adecuado, ya que nos hace pensar que es necesario un seleccionador y esto nos lleva a concluir que el seleccionador es Dios. Cuando en realidad el seleccionador es la naturaleza o el ambiente y en la selección artificial el hombre.

Esta  película fue de gran ayuda para entender mejor el tema y para llegar a otro nivel de síntesis del libro de las musas.

TOLEDO: RESUMEN Y CRITICA.


Dimensiones de la Crisis
Otro mundo
¿es realmente posible?
Víctor M. Toledo

Primero fue la crisis social la que generó conciencias, reacciones, iniciativas diversas, protestas. Después se agregó la crisis ecológica y en íntima relación la energética. Hoy ha hecho su aparición la crisis financiera, convertida ya en debacle económica de escala global, y los defensores de la situación se quedan sin baldes para sacar el agua del buque que se hunde.
¿Son estas crisis fenómenos aislados o por lo contrario no son sino las expresiones de una sola crisis? Aquí de nuevo es la perspectiva histórica la que nos permite responder a la pregunta, pero no la de cualquier historia, sino la de aquella que logra articular la historia de la sociedad con la historia de la naturaleza.
Estamos en un "fin de época", entrando a la fase terminal de la civilización industrial, tecnocrática y capitalista, en la que las contradicciones sociales y ecológicas se agudizan y la norma es cada vez más los escenarios sorpresivos, inesperados e impredecibles. Dos fenómenos encabezaban esta crisis de civilización: el calentamiento global y el fin de la era del petróleo. Ahora debemos agregar la crisis provocada, y largamente anunciada, por la voracidad insaciable del capital. Todas son la expresión de un intrincado conjunto de procesos cuyo devenir ha tomado varias décadas, es decir que conforman una inercia de largo aliento.

La gran aceleración: el siglo XX. El ser humano ha estado presente en el planeta desde hace 200 mil años, un suspiro en la larga, casi eterna, historia de la Tierra. Durante la mayor parte de ese lapso, el hábitat planetario ha sufrido una creciente presión por parte de la especie humana. Sin embargo nada es comparable con lo ocurrido en los cien años recientes, un periodo que equivale solamente al 0.05 por ciento en la historia de la humanidad. Hoy pueden identificarse un conjunto de fenómenos sin precedente en la historia (Mc Neill, J. 2002. Something new under the Sun: an ecological history of twenty century. Penguin Books). La población humana, por ejemplo, se incrementó más de cuatro veces entre 1900 y 2000, al pasar de 1.6 mil millones a más de 6 mil millones. Ello supone la llegada cada año al planeta de 77 millones de nuevos seres humanos. A esta velocidad el reloj demográfico es, y será cada vez más, una bomba de tiempo que ha dejado en el siglo XX a la quinta parte de todos los miembros, vivos o muertos, que han existido a lo largo de la historia.
Los datos demográficos, sin embargo, palidecen frente a los de la economía mundial. Medida en dólares de 1990, ésta se incrementó 14 veces entre 1900 y 2000, de tal suerte que la economía global de 1950 ha sido superada ya por la economía estadounidense de hoy, y la economía global de 1900 es equivalente a la economía japonesa actual (McNeill, 2000).
El uso de la energía, medido en toneladas métricas de barriles de petróleo, es el tercer gran aceleramiento del siglo pasado: creció 16 veces. La energía utilizada en el siglo XX ha sido mayor que la utilizada a lo largo de toda la historia de la especie, y diez veces mayor a la usada en los mil años previos (Mc- Neill, 2000). En comparación con los datos anteriores, el uso del agua se elevó nueve veces; el incremento del bióxido de carbono (CO2), el principal contaminante atmosférico, fue de 13 veces, y las emisiones industriales de ¡40 veces! De la misma manera, la extracción y el consumo de metales (cobre, zinc, manganeso, cromo, níquel, magnesio, estaño, molibdeno y mercurio) han tenido un crecimiento espectacular en los cien años recientes. La extracción de estos metales conlleva a su vez el uso de sustancias tóxicas, el uso y contaminación del agua y el movimiento masivo de materiales. Otros crecimientos vertiginosos son el de los vehículos automotores y el de las reses o cabezas de ganado, así como el de las poblaciones de la fauna que acompaña al ser humano (moscas, ratas, cucarachas, etcétera) y, en las décadas recientes, el de la información manejada globalmente por medio de los sistemas de cómputo y las telecomunicaciones.
Los autos y las reses se pueden considerar dos de los principales iconos del siglo XX. Por cada dos seres humanos que nacen al año se construye un auto, de tal suerte que para 2010 el parque vehicular alcanzará los mil millones. El auto produce 15 por ciento de los gases que contaminan la atmósfera, su construcción produce entre 15 y 20 toneladas de residuos, y cada año los accidentes automovilísticos matan a un millón de seres humanos y dejan heridos entre 25 y 35 millones (Toledo, V. M., 2006. Ecología, espiritualidad, naturaleza. Jitanjáfora Ediciones). Por otro lado, puestas en una balanza, todas las reses del mundo pesan más que todos los seres humanos juntos, y en varios países como Uruguay, Costa Rica o Australia, existen más vacas que humanos. Hacia 2001, las reses habían alcanzado los mil 530 millones, cada una de las cuales eructa metano y óxido nitroso, gases que inducen el calentamiento global. La expansión de la ganadería vacuna ha sido la causa principal de la destrucción de millones de hectáreas de selvas tropicales. Con poblaciones cercanas a las de los seres humanos, los autos y las reses, los dos principales engendros de la invención humana del siglo pasado, compiten ya con sus creadores por los alimentos. En países como Brasil o Estados Unidos, cada parcela agrícola puede ser dedicada a alimentar a los autos (agrocombustibles), a las reses (pastizales) o a los humanos (cereales, hortalizas, legumbres, etcétera).

ILUSTRACIÓN: Infernal punishment for the Seven Deadly Sins / Le grant kalendrer et compost des Bergiers / 1496
El gran evento más reciente que ha acompañado a todo lo anterior ha sido el de la producción de desechos: la excreción de materiales, sustancias, agua utilizada, radiaciones, genomas alterados y basura. Los volúmenes de generación de desechos han roto toda predicción. Hoy podemos afirmar que el planeta es cada vez más un espacio irremediablemente contaminado de una gama casi infinita de basuras y desechos. Tan sólo en Europa, posiblemente la región con las leyes más estrictas, existen unos 30 mil productos químicos sin control, es decir, de los cuales no se sabe nada acerca de sus efectos sobre la salud humana y el ambiente (El País, 25/9/2005, página 21). Es muy probable que el notable incremento de las alergias, el asma, el cáncer, las disfunciones hormonales y la infertilidad esté ligado con el uso incontrolado de esas sustancias. Dentro del panorama anterior, no debe dejar de citarse la producción de máquinas y aparatos inservibles. Por ejemplo, hoy existen 2 mil 100 millones de celulares en el mundo, casi uno por cada tres personas, y dado que el tiempo de uso promedio de cada aparato es de 14 meses, la cantidad de celulares que se desechan como "chatarra electrónica" es descomunal: sólo en Estados Unidos hay 500 millones de celulares desechados.
Los impactos de un "experimento sin control". Si el uso pacífico o bélico de la energía nuclear ya había sacudido las conciencias de los miembros más lúcidos de la especie humana, hacia mediados del siglo pasado comenzaron a surgir las primeras llamadas de atención acerca de los impactos de la modernidad industrial sobre la trama de la vida y los balances ecológicos del planeta. Durante los recientes cien años, la especie humana ha modificado y/o afectado los ecosistemas del planeta Tierra de forma más extensa y rápida que en ningún otro periodo de la historia humana. Dos fenómenos destacan: el mayor poder de transformación adquirido por los seres humanos a partir del uso de los combustibles fósiles (incluyendo la energía nuclear) y la lógica o racionalidad que ha dominado y que hoy alcanza su máxima expresión, la cual está basada en una voracidad insaciable: la de la acumulación, concentración y centralización de capital. El "experimento incontrolable" que caracteriza al metabolismo industrial se explica entonces por los mecanismos insaciables de un mercado dominado por el capital que echa mano de un gigantesco poder de transformación, cada vez más acrecentado por la innovación científica y tecnológica. Y es esta espiral que crece y crece la que se debe detener, única manera de finalizar una etapa y de comenzar otra.
La huella ecológica y la inercia de la era industrial. La cantidad de alimentos, energía, agua, materiales de construcción y desechos que cada individuo utiliza y expide a lo largo de un año puede ser calculada mediante un índice conocido como la "huella ecológica" creado por M. Wackernagel y J. Rees, en 1996. Este índice es de carácter trans-escalar, pues puede aplicarse a individuos, familias, barrios, comunidades, ciudades, países y a la humanidad entera, así como compararse al paso del tiempo, y se mide en el número de hectáreas necesitadas para satisfacer lo consumido.
Desde 1985 los seres humanos traspasaron, en conjunto, la capacidad del planeta para proveer esos satisfactores. Esta presión humana sobre el equilibrio de la Tierra debe sin embargo ser matizada, pues son los países y sectores opulentos los que mayores impactos producen, de tal suerte que medida por países, la huella ecológica resulta de la combinación del número de habitantes y de su nivel de consumo. Si todos viviéramos como la población promedio en los países ricos, el planeta sólo podría soportar mil 800 millones de personas, y no los seis mil 700 millones que viven en la actualidad.
Contrariamente a lo esperado, la huella ecológica sigue aumentando dado que el consumo tanto de los países ricos como la de los llamados emergentes (China, India, los de Europa del este, Brasil, Sudáfrica) se incrementa día a día. En 2006, el comercio y el consumo globales aumentaron a niveles récord en todo el mundo. Las producciones de acero (mil millones de toneladas), aluminio (31 millones de toneladas) y automóviles (45.6 millones de unidades), por ejemplo, superaron todas las marcas anteriores.
Utilizando el parámetro de la huella ecológica por un lado, y el índice de bienestar humano de la Organización de las Naciones Unidas, un grupo de investigadores confeccionaron un método para cuantificar el nivel de sustentabilidad de los países, definido como aquel que alcanza un mínimo grado de bienestar social y un nivel de consumo que no excede la capacidad de renovación de la biosfera (bio-capacidad) (Moran, et al, 2008, Ecological economics). La aplicación de ese índice a 93 países, entre 1975 y 2003, reveló que no obstante los conocimientos acumulados y las medidas adoptadas durante ese periodo, la sociedad humana se ha vuelto menos, no más sustentable, con excepción de un país, Cuba
. Los resultados también ubicaron a Latinoamérica como la región "menos insustentable" del globo.
El análisis anterior cobra especial importancia porque viene a corroborar, a escala global, la existencia de un proceso largamente intuido o sospechado pero no demostrado con cifras o datos: la inercia aparentemente imparable del metabolismo industrial y su carácter esencialmente depredador de los recursos del planeta. Este análisis encuentra su correlato en los más recientes reportes sobre el cambio climático. De acuerdo con los trabajos presentados por varios expertos, varios de ellos miembros del IPCC, durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrada en Chicago en febrero del 2009, el cambio climático será más rápido y más intenso de lo previsto en el más reciente informe de los científicos de Naciones Unidas (el IPCC), presentado a principios de 2007, el cual fue demasiado prudente o conservador.
¿Otro mundo es realmente posible? El metabolismo industrial se ha convertido ya en un irrefrenable movimiento expansivo, en un permanente creador de entropía o desorden, ha generado innumerables nuevas articulaciones entre los fenómenos sociales y naturales, ha impulsado nuevos efectos de carácter multi-escalar (de lo local a lo global y viceversa), y ha terminado por convertir al mundo moderno en un complicado e incomprensible calidoscopio de crisis cada vez más concatenadas y amplificadas.
Con la consolidación del capitalismo industrial, cuyo pináculo estamos viviendo, el hábitat planetario ha entrado en una fase crítica de aceleración y descontrol. Los fenómenos globales inducidos por la civilización industrial, han traído un sinfín de ventajas y nuevas e inimaginables posibilidades, pero también han hecho del hábitat planetario un espacio cada vez más inseguro, incierto y peligroso. La destrucción de la variedad de la vida (biodiversidad), el agua cada vez más cara y escasa, el aire y los mares contaminados, los alimentos insanos, las substancias y las tecnologías peligrosas, así como los cambios climáticos inesperados y catastróficos, se combinan ya con los quiebres de empresas y corporaciones, las recesiones económicas y la devaluación de las monedas.
La crisis múltiple que sufre el mundo contemporáneo obliga a replantear innumerables aspectos del entramado social y de sus relaciones con el mundo natural, y ello vuelve anacrónicas a buena parte de las propuestas teóricas y prácticas de los sectores anti-sistémicos. Toda solución parcial o unidimensional es ya una interpretación reduccionista, limitada e inútil. La crisis de civilización que hoy vive la especie humana es antes que todo una "crisis metabólica", en tanto que atañe al entramado de innumerables dimensiones. No hay pues solución económica, tecnológica, energética, social, política, institucional, epistemológica o ambiental. Si hay fuerzas que enarbolan el lema de que "otro mundo es posible", es decir que las crisis son superables, entonces ese mundo visualizado debe construirse sobre la justicia social, el respeto a la naturaleza, la re-configuración de los sistemas financieros, el cambio de fuentes energéticas, la autogestión local y regional, la creación de nuevas tecnologías y sistemas de conocimientos, etcétera.
Hoy se requieren cambios en todas esas dimensiones de la realidad, orquestados por un nuevo paradigma político, que deje atrás los atavismos que aún dominan los movimientos anti-sistémicos y el pensamiento crítico. Este nuevo paradigma político debe basarse en una concepción que contemple tanto la explotación entre los seres humanos como entre aquellos y la naturaleza. Frente a las múltiples crisis, un proyecto alternativo o, si se prefiere, una modernidad alternativa, está obligado a dos cosas: en primer término a organizar la resistencia ciudadana, y en segundo lugar a construir el poder social. Ambos se encuentran indisolublemente ligados.
El poder social se construye poniendo en juego tres elementos: la solidaridad, la organización y el conocimiento científico y tecnológico, en proyectos concretos. Cada uno de ellos es necesario pero no suficiente. Ello implica gestar modos alternativos de vida basados en la autogestión, la autosuficiencia, la diversidad, la democracia participativa y la equidad, por medio de los cuales los individuos, las familias, las comunidades recuperan el control sobre los procesos que les afectan, es decir, disminuyen el riesgo al que los ha condenado a vivir la sociedad dominada por el capital.
La "micropolítica doméstica". La construcción del poder social comienza en la familia, en la edificación de un hogar autosuficiente, seguro y sano, que comparte con muchos otros hogares una misma "micropolítica doméstica". Ello se logra mediante acciones en la alimentación, la salud, la vivienda, el agua, la energía y el ahorro y el crédito, todo lo cual surge, a su vez, de la toma de conciencia, ecológica y social, de los miembros de la familia, de un cambio de actitudes, y en fin de la adopción de una nueva filosofía por y para la vida. En el caso de la alimentación se trata de que el hogar alcance, donde le sea posible, el auto-abasto de alimentos sanos, nutritivos y producidos bajo esquemas ecológicamente adecuados (agricultura orgánica o sustentable) y/o la obtención de aquellos de redes y mercados solidarios, justos y orgánicos. El hogar debe buscar también la autosuficiencia en agua y energía, lo cual implica la adopción de tecnologías adecuadas, limpias, baratas y seguras. La vivienda debe estar construida con materiales locales, no tóxicos y producidos bajo fórmulas ecológicamente correctas. Finalmente, la salud se alcanza mediante la acción conjunta del consumo de alimentos sanos, materiales no tóxicos, agua limpia, adecuados dispositivos sanitarios, y el empleo no de una sino de varias tradiciones médicas (desde la acupuntura, digitopuntura, homeopatía y herbolaria hasta las diferentes medicinas industriales).
Los hogares autosuficientes, sanos y seguros conforman las células últimas del poder social, y sólo alcanzan a realizarse cuando forman parte de redes, asociaciones, cooperativas o comunidades de territorios bien definidos. Estos últimos representan un segundo nivel de organización social y surgen de la agregación solidaria de los primeros. Un tercer nivel puede alcanzarse cuando se logra la articulación a escala de barrios urbanos, ciudades pequeñas, municipios y micro-regiones, y así sucesivamente. Todas estas formas de organización se alcanzan más fácilmente cuando existe la participación de "agentes técnicos": investigadores, promotores y animadores. Sin la construcción del poder social, el poder político (que corre en paralelo) se ve limitado en sus acciones reivindicadoras, incluso se torna inocuo o disfuncional al ser dominado o controlado por las fuerzas antisociales (como los mercados dominados por el capital).
En suma, la crisis de civilización que hoy vive el mundo contemporáneo y cuya dinámica opera en ritmos mucho más lentos al de los procesos políticos y sociales habituales, sólo será superable bajo esquemas teóricos renovados y mediante acciones políticas de nuevo cuño. Ya no bastan las fórmulas convencionales que aún dominan los movimientos anti-sistémicos, incluyendo las de los sectores considerados como los más avanzados (como el neo-zapatismo). Si "otro mundo es posible" éste será el de una "democracia solar" participativa e incluyente, una tecnología que imite los pulsos de la naturaleza, un conocimiento holístico donde pensar y sentir sean las dos caras de la misma esfera, un sentido de equidad que incluya al resto de los seres vivos y, en fin, una sociedad sustentable dominada por formas de vida orgánicas. Estamos ante una tarea descomunal y urgente. Ese es el tamaño del reto.
vtoledo@oikos.unam.mx
FUENTE:
http://www.jornada.unam.mx/2009/03/17/crisis.html

Reflexión.

Que pasara ese día que todo se haya acabado
que por donde caminemos 
lo único que escuchemos sea el crujir del pasto seco.
Ese día que lo único que se escuche al amanecer 
sean los motores de los carros a medio encender
el olor que inunde nuestro olfato sea el de humo 
de las fabricas, que estarán procesando nuestros 
últimos recursos que antes le brindaban belleza 
al paisaje, que pasara aquel día que millones de personas
peleemos por la ultima gota de agua,y que pasara cuando 
todas las tierras estén áridas. 
Sera entonces cuando rogaremos por otra oportunidad
cuando desearemos escuchar el cantar de aquellas aves
cuando serraremos los ojos y lo único que nos consuele
sea el recuerdo de aquellos paisajes que gritaban piedad y
que los destruimos sin escuchar.


AVIARIO.

profesora la verdad no se si yo deba entregar esto o no pero pedi fotos a mis compañeros. de tal manera las subo por cualquier cosa aunque no asisti. saludos---

EL ULTIMO TURQUITO.


Lectura: "El ultimo turquito."


El último Turquito.
Por Miguel Álvarez del Toro.

El lugar donde se desarrolla esta historia es una de tantas y tantas heridas por donde Chiapas exhibe su caliza; donde manos irresponsables han quitado la exuberante cabellera que formaba el bosque, dejando mondo el cráneo de la roca; donde se ha levantado una raquítica cosecha de maíz a cambio de quemar una fortuna; donde en minutos la ceniza ha reemplazado a la fibra vegetal que tardo siglos y milenios en formarse; donde la hecatombe empezó cuando un bípedo, insignificante ante la grandiosidad de la Naturaleza  pero creyéndose su amo, llego armado de un hacha y gran ambición, tapados los ojos por la ignorancia, sellados los oídos por el tintinear del dinero.
Aguas limpias, saltando sobre las piedras y formando cristalinas pozas, corren por el fondo de un pequeño barranco, arrullando con su murmullo a los turipaches que esperan el sol sobre una roca, verde por tanto musgo que la cubre y húmeda por el salpicar del agua. La humedad se hace visible en una tenue niebla que lentamente escurre entre la maraña y flotando, flotando llega hasta las copas de los gigantes milenarios cuyo follaje compite con el de las enredaderas que trepando por los carcomidos troncos tejen mallas de caprichosas vueltas, por donde escapan ágilmente los monos al ser espantados por la sombra del águila arpía. Las campánulas azules, blancas y rosadas abren sus corolas al fresco de la mañana, dando colorido al verde oscuro del follaje y permitiendo la entrada a las primeras abejas silvestres que afanosas buscan el perfumado polen; de vez en cuando aparece un abejorro de abigarrada pelambre.
Por el cayado de un helecho arbóreo trepa muy lentamente una pequeña serpiente de moteado color y siniestros ojillos, es la muerte que acecha la distracción de algún incauto pajarillo y es observada con temor por un lagarto verde que reposa sobre una ancha hoja. En la húmeda penumbra empiezan a revolotear las primeras mariposas morfos de alas azul metálico y en un recodo próximo florece un arbusto que congrega numerosos chupaflores cuyo plumaje lanza variados destellos de joyería policroma; mientras unas reinitas de celeste colorido esperan impacientes a que las belicosas avecillas les permitan participar del nectaríneo banquete.
Entre un oscuro bejucal se dispone a dormir su día una pareja de tecolotes de albos cuernecillos y rojizas caras, sus ojos entornados observan discretamente a un grupo de cucayos que pegados al carcomido tronco también pasarán el día, apagados sus minúsculos faros de fría luminosidad. En la cima de la loma, toda cubierta de bosque, se escuchan los rasposos gritos del tucán, que desde la punta de un gran árbol domina el horizonte, oteando siempre la floresta en busca de la frutilla madura. Abajo del mismo gigante centenario y oculto entre la maleza que cubre el húmedo suelo, un pequeño siervo rojizo lame su pelaje, mientras abrazada a una retorcida liana, una ardilla oscura gimotea su alarma ante la sombra de un gavilán que pasa.
En un arbolillo de mediana altura y racimos de maduras frutillas, danzan su cortejo amoroso varios turquitos de plumaje negro y rojiza cabeza, de patas amarillas y ojos blancos. Las hembras de verdoso ropaje observan, ya interesadas, ya indiferentes, lo complicados saltos y volteretas de los rechonchos cuerpecillos de los machos ocupados en tan ritual competencia. Van y vienen,  saltan y chillan, revolotean a veces, todos siguiendo la misma ruta de ramitas cuidadosamente despojadas de follaje. Cuando un grupo se cansa toma su turno como espectador y a su vez contempla a los danzantes o mira con gozo el verde panorama de verdes laderas, todo apretadamente cubierto de espesa vegetación. De vez en cuando la asamblea se disuelve y durante largos minutos los pajarillos devoran glotones las jugosas frutillas, luego retornan a la danza amorosa. Son, ni más ni menos,  una parte del conjunto armónico de la Naturaleza.
Mas una mañana, igual como la descrita se escucha un sonido nuevo. Un ruido nunca antes escuchado y que paraliza momentáneamente a las criaturas del bosque. Es un sonido sordo, acompasado por un “tac” ominoso. Es la barbarie que llega con disfraz de progreso, con pretexto de necesidad. Es el desierto que en hombros de los bípedos humanos toca a las puertas del bosque.
Era un sonido raro para la floresta, más ajenos al funesto presagio, los animalillos pretenden acostumbrarse hasta que un estruendo los sobrecoge de nuevo. El primer  gigante,  que imposibilitado para escapar sintió cómo le cortaban sus ataduras a la madre tierra, se viene al suelo, inútilmente arañando con sus ramas a los vecinos en un desesperado afán por sostenerse. Así gimiendo y aplastando hace  retumbar el suelo con su peso, asombrado de aquellos minúsculos seres que le han cortado su tronco; aquellos seres que hace apenas unos días alimentó con sus frutos, que hace unos días protegió con su sombra deteniendo los ardientes rayos del sol.
La destrucción avanza. Primero es una cinta que taladra el bosque y ya los habitantes de la floresta se han acostumbrado  al paso de humanos por el camino, solos o en grupos, caminando o cabalgando sobre sus monstruosos aparatos. Creen que el daño a su intimidad fue sólo esa cinta talada y el paso de esos peligrosos seres; esos seres que se detienen de cuando en cuando para dar muerte innecesaria  a los incautos animalillos que inconscientemente se atreven a salir a la orilla del camino. Pero muy pronto salen de su error, esa cinta desnuda es sólo el prólogo, el epílogo trágico viene unos pasos atrás.
Los seres arrogantes tan insulsos que en sus creencias dicen que todo en la Naturaleza fue hecho para servirlos, ya no tan sólo pasan de largo. En la lejanía aún se escuchan los gemidos de los gigantes sacrificados para abrir esa brecha, que malamente se transforma en heraldo de la destrucción, cuando se escuchan nuevamente los sonidos del hacha fatal que muerde ya a la vera del camino y vorazmente avanza ladera arriba. ¡Habitantes del bosque escuchad! Es la marabunta humana que llega arrastrando tras sí la desolación.
Es la evolución que la Naturaleza perfeccionó para suicidarse. Son los ilusos que se creyeron reyes de la creación y destrozando, corren vertiginosamente hacia su propia destrucción.
Pasa un año pasan dos. Los habitantes móviles del monte pretendieron huir, inútilmente, al norte, al oriente, al poniente, al sur; sólo encontraron desolación, ya el humano había pasado por ahí. Los vegetales, anclados a la tierra, incapaces de huir, tuvieron que esperar aterrados hasta que esos seres destructores, incapaces de escuchar los alaridos de terror vegetal, los gemidos de los gigantes milenarios desangrados en el suelo, llegaron machete y hacha en mano derribando y derribando, luego quemando y quemando.
Las rocas desnuda constituyen ahora todo el escenario, mezcladas aquí y allá con tocones calcinados, con madera preciosa chamuscada. Primero estuvieron disimuladas por el verde del maíz, después un poco menos y finalmente las raíces ya no encontraron tierra que nutriera a las plantas y éstas no crecieron lo suficiente  ni para ocultar las rocas; entonces los destructores dejaron el lugar y buscaron nuevos bosques para transformar en desiertos.
Donde el panorama era verde y por las mañanas se velaba por la húmeda niebla, ahora es blanco y es gris y también se vela por las ondas de calor que desprenden las desnudas rocas y el suelo al ser tocados por el sol. En lo alto de un pináculo rocoso, tan escarpado que el hachero no pudo escalar, pero hasta donde si llegaron las terribles llamas, sobreviven apenas unos cuantos arbustos achicharrados a cuya  raquítica sombra se refugia un pajarito triste, de raído plumaje negro y cabeza roja. Sus ojos de iris blanco miran incrédulos aquella desolación y sus persistentes silbidos desesperados son una maldición para los hombres que no supieron coexistir, que no supieron tomar sin destrozar y que mañana ellos mismos estarán en la misma condición que el turquito.
Los gritillos del turquito persisten, el pajarillo no quiere creer que ya nadie contestará su llamado. Su débil canto sólo es oído con indiferencia por un tordo de enlutado plumaje, nuevo recién llegado como eterno seguidor del hombre y su destrucción; una de las pocas criaturas silvestres que pueden adaptarse a vivir junto con el caos del hombre. El turquito suspende unos momentos sus angustiosos llamados para buscar una de las pocas frutillas chamuscadas, ¡mas hace poco comió la última! Además del hambre lo atormenta la sed, el arroyo hace tiempo está seco, hace días enmudeció el último lodo aprisionando el cadáver de la última rana; el rocío ya no se condensa más y la niebla húmeda ya no existe. Este día también el arbustillo llega al límite de su resistencia y las últimas hojas aún verdosas se doblan hacia abajo. 
Los gritillos del turquito se escuchan nuevamente, pero ya no son iguales a los de su especie, ya no es canto de amor, ya no es canto de alegría, es lamento de desesperación. El pico abierto porque las desnudas ramas ya no proporcionan sombra alguna que lo proteja del sol; los músculos de la laringe débiles ya por la falta de frutillas jugosas. Apenas puede volar y saltando llega  a la ramita más alta. Una vez más otea el horizonte desolado, más hasta donde alcanza la vista no hay un solo arbolado prometedor; no es posible que por ninguna parte se escuchen cantos o gritos de sus congéneres, no comprende que uno a uno fueron cayendo a tierra, que él, más fuerte, sobrevivió hasta lo posible.
El piquillo abierto, el plumaje erizado, el turquito descubre algo blanco que se abre paso entre las ondas de calor.
Es un chamaco que bañado de sudor sube la loma, camino del lugar donde, allá lejos, sigue la tumba de otro trozo de monte; tiene el rostro enrojecido y la desesperación por tanto calor quiere invadirlo. Por un momento ¡que ironía! Se agacha en la escasa sombra que proporciona el chamuscado tronco de un chinine, el mismo que hacía tiempo le proporcionó grasosa fruta para saciar su hambre, cuando aún estaban en la tarea de asesinar árbol tras árbol, él, su padre y su tío.
El tronco muerto, ennegrecido, no proporciona mayor alivio contra ese calor y el chamaco campesino sigue su camino por el árido paisaje. La vereda sube hasta el pináculo rocoso y en la punta de un arbustillo secarrón, el chamaco descubre un pajarillo que parece muy manso por estar desfallecido. Es un pajarillo negro y rojo, con sus blancos ojos entornados y el piquito abierto por la sofocación. Olvida un momento su cansancio y rápido saca la fatal resortera. Zumba una piedra que golpea un cuerpecillo casi muerto de sol, de hambre y sed. Como si tal cosa, el chamaco ni se digna dar una segunda mirada a su inocente víctima y calcinado por el ardiente sol apenas si recuerda la belleza de este lugar, cuando recién llego acompañado de su padre en los comienzos de la rosa. Apenas los dulces chicizapotes que comiera y hasta reconoce los árboles al ver sus troncos negros, derribados, llenos de polilla, la mitad convertidos en ceniza.
Sobre una roca áspera, moviéndole las plumillas el caliente aire, esta el inmóvil cuerpecillo rechoncho del último turquito. Es la mano del hombre que ha pasado por aquí. Es la civilización que ya llegó por acá.


Reflexión.

Esta lectura me hizo ponerme un tanto triste, por que el hombre que es el causante de tanta destrucción no es ajeno a mi, yo también formo parte de es hombre.

E leído con mucha detención este articulo por que en el encuentro plasmada la tristeza que desde ahora  es sido participe tal vez no lo noto, pero el  tirar basura en la calle, el desperdiciar agua al igual que el cortar alguna flor por que solo me gusto estoy siendo un monstruo para la naturaleza.

Es por eso que al sentirme tan triste después de leer esta bella historio, pero desalentadora eh decidido cambia,  poner mis propias reglas y cumplirlas por que da coraje el ver como nos quejamos por la contaminación, el ver que varias especies están muriendo y desapareciendo siendo que deberían estarse reproduciendo y  todo esto por culpa del ser humano.

VIDEO DE ECOSISTEMAS.


PRACTICA MARIPOSA MONARCA


   


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO.



COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES PLANTEL SUR.



GRUPO :618



GOMEZ BUSTAMANTE PEDRO R.



MARIA EUGENIA TOVAR.



BIOLOGIA IV


PRACTICA DE LAS MARIPOSAS MONARCAS 

                         (DANAUS PLEXIPPUS)

Actividad 1. Búsqueda de información relacionada a la biología de la mariposa.

Migración: La migración es un fenómeno natural que ocurre porque muchas especies animales migran en busca de alimento o de un clima adecuado para su reproducción cada determinado tiempo.
Poblaciones: Es un grupo de personas, u organismos de una especie particular, que vive en un área geográfica, o espacio.
Refugios: Lugar donde alguien se puede proteger, seguro y fuera de peligro.
Ciclo de Vida: Sucesión de fenómenos que se repiten periódicamente  en un orden determinado.
Relacionada con la mariposa.

Migración:
Cuando llega el Otoño las Mariposas Monarca inician su viaje de migración desde el sur de Canadá hasta poder pasar el invierno en los bosques pino y oyamel en los estados de México (en las montañas centro) y Michoacán.
Cada año, en la época de migración millones de mariposas Monarca viajan aproximadamente 5,000 kilómetros para pasar el aquí en México 5 meses.
La migración de la mariposa monarca es una de las migraciones más grandes del planeta. Al final del verano de cada año, millones de monarcas de la América del Norte vuelan hacia el sur, donde el invierno es menos frío.

El viaje es largo y lleno de peligros, especialmente para la población de monarcas que vuela 4,000 kilómetros (3,000 millas) a su casa de invierno en la parte central de México. ¡Este animal pequeño tiene unos pocos centímetros de largo! Las monarcas valientes vuelan sobre montañas, desiertos y algunas veces sobre ciudades.
Sólo volando estas grandes distancias la monarca puede tener lo mejor de dos mundos. Uno, en los Estados Unidos y Canadá. Allí existe abundante algodoncillo y flores para alimentarse en muchos de los campos en que ellas viven en el verano. El segundo,  en los bosques de abeto en las montañas de Michoacán, México en que ellas viven en el invierno.
Para una mariposa en México, el bosque es su casa. Los altos árboles de abeto proveen el techo que las monarcas necesitan para protegerse del viento y de la lluvia. Hay varios santuarios y cuando llega el sol las mariposas se calientan y millones de mariposas vuelan en el bosque. Cuando hay nubes o por la noche, las mariposas se juntan en grupos en forma de racimo en los árboles de abetos.



Población:
La mariposa monarca es un insecto que pertenece a la orden de los lepidópteros, palabra cuya etimología griega proviene de lepidó (escama) y pteron (ala), por lo que esta orden se puede definir como “insectos con alas escamosas”. Dentro de esta orden son conocidas hoy en día 135,000 especies clasificadas y de éstas 111,000 especies pertenecen a las mariposas nocturnas y 24,000 de ellas son para las mariposas diurnas.
Lepidóptera es una orden que se divide en familias y éstas a su vez se componen de especies. Las Mariposa Monarca pertenece a la familia Danaide y su nombre científico es el de Danaus plexippus Linneo. Estas poseen fluidos corporales desagradables o tóxicos que se originan en las plantas (asclepsias) que les sirven de alimento durante su período de larva y por supuesto no tiene rival en cuanto a distancias recorridas y sus largos períodos de vuelo.


Refugios:

Michoacán ofrece las condiciones propicias en cuanto a vegetación y temperatura para la hibernación y reproducción de la mariposa, albergando entre los meses de octubre a marzo, aproximadamente 60 millones de Mariposas Monarca que viajan más de 4,000 kilómetros para su apareamiento.


Durante estos meses, los bosques de pino y oyamel se llenan de colorido con el revoloteo de las mariposas, ya que los tonos naranja, blanco y negro contrastan con el verde de los bosques y el azul intenso del cielo. Observar este fenómeno es uno de los espectáculos más maravillosos y enigmáticos que la naturaleza nos ofrece.

En el oriente de Michoacán, en la zona limítrofe con el estado de México, existen 5 Santuarios de Mariposa Monarca, de los cuales sólo dos están abiertos al turismo: "Sierra Chincua" en el municipio de Angangueo y "El Rosario" en el municipio de Ocampo. Esta zona también conocida como región de la Mariposa Monarca ofrece al turista múltiples atractivos cargados de historia y tradición como pueblos típicos, zonas arqueológicas.



Ciclo de vida:

La Mariposa Monarca sufre de una metamorfosis completa. 
Los insectos con este fenómeno tienen un estadio pupal o pupa antes de la última muda, en el cual el individuo no se mueve y tiene un cambio muy considerable hacia la forma adulta. Si presentan alas, éstas se desarrollan internamente durante los estadios inmaduros. Poseen estadios larvales o inmaduros completamente diferentes del estadio adulto y la mayoría de las veces viven en diferentes hábitats, poseyendo diferentes hábitos. A estos organismos se les conoce como holometábolo y, como ejemplo, podemos señalar a la Mariposa Monarca.

La metamorfosis es la serie de etapas del desarrollo de insectos que pasan a convertirse en adultos. Las mariposas tiene cuatro etapas de vida: huevo, larva (la etapa de la oruga), pupa (fase de crisálida) y adulto. La mariposa necesita solo 30 a 40 días para completar su ciclo de vida, las temperaturas cálidas ayudan a que la rapidez de su desarrollo sea mayor.

Las hembras ponen sus huevos individualmente y generalmente en el envés de las hojas. Los huevos son muy pequeños y son de color blanquecino, después de tres a seis días los huevos se depositan y se eclosionan.
Inmediatamente después de la eclosión, la oruga es tan pequeña que apenas puede verse. 

Crese muy rápido, sin embargo, se alimenta solo de hojas de algodoncillo. En tan solo 9 a 14 días está cerca de los 2cm de largo lo que quiere decir que ha crecido.
En la metamorfosis de esta bella especie la oruga monarca cambia cinco veces de piel durante la etapa larval. Similar a la forma en que una serpiente vierte su piel cuando el cuerpo a no cabe en la piel.
Cuando la oruga está un poco mas crecida por lo general sale de la planta de algodoncillo. Se arrastra (de 30 a40 pies de distancia del algodoncillo) hasta encontrar un lugar seguro donde pupar. La oruga hace una alfombra de seda y concede su último par de patas a la lona, la oruga se deja caer y luego cuelga de allí, boca bajo en forma de J, durante un día completo.
La piel de la oruga es derramada por última vez al pasar de la larva (oruga) etapa de la pupa (crisálida) fase de la metamorfosis de las orugas. Bajo la piel de la oruga en esta ocasión es una caja de jade verde que se llama crisálida. Dentro de la crisálida que es solo una pulgada de largo, la oruga milagrosamente se transformara en una hermosa mariposa. Inmediatamente después la piel se elimina, la crisálida es muy suave. Dentro de una hora, sin embargo, se endurecerá para convertirse en una cascara protectora de la oruga en el interior. En cuanto a imagen, puede verse el cuerpo estriado de la oruga en  la crisálida de la izquierda, la crisálida de la derecha se ha endurecido para convertirse en una cascara de jade verde.
Cambios bruscos ocurren dentro de la crisálida. Las parte de la boca deben pasar de ser los necesarios para masticar y una lengua de paja que se usa para sorber el néctar de las flores. Entonces se convertirá en un insecto volador, uno de los insectos más hermosos de la tierra.




Actividades 2. Con base a la información obtenida con anterioridad contesta las siguientes preguntas.

1.- ¿Por qué migra la mariposa monarca de Canadá y Estados Unidos hacia México?

Las mariposas monarcas migran de Canadá  y  Estados Unidos hacia México por que las condiciones climáticas son menos extremas, ya que no soportarían las intensas nevadas. A sí que realizan su migración a una velocidad de 75 km diarios, después de dos meses de migración las mariposas hacen sus colonias de hibernación en donde pasaran el invierno en las montañas del centro de México.

2.- ¿En qué época del año llegan las monarcas a México?

Entre octubre y marzo, en invierno.

3.- ¿Quiénes son los depredadores de la Mariposa?

El picogrueso pechicafe, aves como las oropéndolas, bulbul Orfeo, aves insectívoras de la familia  pycnonotidae.

4.- ¿Por qué se dice que los bosques de oyamel son un refugio para la mariposa?

Porque hacen de la reserva  una importante área de captación de agua de lluvia Además de constituir el refugio invernal de la Mariposa Monarca, alberga a una gran variedad de flora y fauna. Por tanto, es un sitio muy importante que presta servicios ecológicos, productivos y turísticos, ofreciendo al visitante su majestuosa biodiversidad.
A esta altura encuentran condiciones especiales:
a) temperatura fresca, que les indican que deben de mantenerse quietas para no gastar energía y poder regresar.
 b) nubes y neblina que les proporcionan agua y humedad.
 c) árboles que las protegen del granizo y la nieve.

5.- ¿De qué se alimenta la mariposa monarca?

Para el largo viaje de ida y vuelta, las mariposas monarcas que migran guardan alimento y energía en forma de grasa en el abdomen. Durante su camino, las mariposas monarcas se alimentan principalmente del néctar de una flor llamada "Lengua de Vaca" o "Algodoncillo" cuyo nombre científico es Asclepias syriaca.

6.- ¿Qué nivel trófico ocupa en el ecosistema de árbol de Oyamel?

Ocupa el primer nivel trófico.



Actividades 3. Búsqueda de información relacionada a la flora y fauna del bosque de oyamel.


La palabra “oyamel” procede del náhuatl oyametl, que significa abeto.
El oyamel (Abies religiosa), conífera de la familia de las Pinaceae.


Flora:
·         Encinos.
·         Pinos.
·         Musgos.
·         Líquenes.
·         Flores carmesí.
·         Oyamel.
·         Garrya ovata
·         Buddleia.
·         Helechos.
·         Tepozal.
·         Cedros.
·         Cencíos.

Es un sotobosque rico en hierbas y arbusto que crecen bajo el bosque en áreas parcialmente abiertas.
Presenta los tres estratos: arbóreo, arbustivo y herbáceo.

Fauna:
Z     zorra gris
·         Coyote
·         Mariposa monarca
·         Venado de cola blanca
·         Comadreja
·         Tecolote
·         Colibríes
·         Lagartijas
·         Puma
·         Lobo
·         Oso negro
·         Jabalí
·         Águila dorada
·         serpiente

Actividad 4: Búsqueda de algunos significados:

Árbolplanta leñosa de por lo menos 5m de altura que se ramifica a cierta altura del suelo.
Arbusto: Se llama arbusto a una planta leñosa de cierto porte cuando, a diferencia de lo que es propio de un árbol, no se yergue sobre un solo tronco o fuste, sino que se ramifica desde la misma base.

Hierba: planta de tallos finos y flexibles, generalmente de poca altura.

Carroñeroanimal que se alimenta de carroña, de carne que no ha matado.

Carroñacarne descompuesta, especialmente de los animales muertos.



Actividad 5. Con Base a la información obtenida completa las columnas de la tabla 1, la cual se mostrará más adelante.

Tabla-1. Niveles Tróficos que ocupan algunos organismos que habitan el Bosque de Oyamel.



Actividad 6. Después de que  la tabla se encuentra terminada realiza dos cadenas alimenticias donde se pueda apreciar los diferentes niveles tróficos.





Los niveles tróficos se caracterizan así:

Productores primarios: Son los autótrofos, aquellos organismos que producen materia orgánica, partiendo de inorgánica, por fotosíntesis o quimio síntesis.
Consumidores primarios: Los que se alimentan directamente de productores primarios, autótrofos, tales como plantas y algas. El concepto incluye tanto a los fitófagos (o herbívoros) que comen plantas o algas, como los parásitos.
Consumidores secundarios: Son los organismos que se alimentan, comiéndolos o de otra manera, de los consumidores primarios. Se llama específicamente zoófago o carnívoros a los que lo hacen consumiéndolos.
Consumidores terciarios: Son los organismos que se alimentan de consumidores secundarios.
Des componedores: Son aquellos seres vivos que obtienen la materia y la energía de los restos de otros seres vivos. Se llama des componedores propiamente, o saprófitos, a los organismos heterótrofos que absorben nutrientes por ósmosis, como lo hacen las bacterias y los hongos, y detritívoros o saprófagos a los que aprovechan los restos ingiriéndolos como hacen los animales y muchos protistas.

Actividad 7. Después de obtener toda la información requerida y de haber realizado la tabla y las cadenas alimenticias, contesta las siguientes preguntas:


1.- ¿Cuáles piensas que son las causas que originaron la extinción de los pumas, osos, lobos, jabalís y águilas?

El descontrol de los depredadores, la tala inmoderada, amenaza humana.

2.- ¿Cómo resultaría una cadena alimenticia en la que participaran todos los organismos que se encuentran en la tabla?

Sería casi perfecta, porque están todos los organismos necesarios para que un ecosistema funcione perfectamente, con excepción de que no se mencionó ningún des componedor y estos organismos son muy importantes porque reinician la trama alimentaria.

3.- ¿Cuáles podrían ser los efectos en las otras especies si todos los productores de 
un ecosistema se extinguieran?

Definitivamente todos morirían ya que los productores son los que inician las cadenas tróficas y si no hay quien alimente a los consumidores primarios estos morirán y así sucesivamente.

4.- ¿Cuáles podrían ser los efectos en las otras especies si todos los herbívoros de un ecosistema se extinguieran?

En ese caso sobrevivirían y progresarían las plantas y subsistirían, pero los lugares tróficos que le seguían morirán.

5.- ¿Cuáles podrían ser los efectos en las otras especies si todos los consumidores de un ecosistema se extinguieran?

Las plantas  seguirían viviendo, y los carroñeros tendrían mas alimento.

6.- ¿Cuáles podrían ser los efectos en las otras especies si todos carroñeros de un 
ecosistema se extinguieran?

Ya no habría quien elimine y recicle los restos orgánicos, por lo tanto se pueden dar infecciones en el ambiente y las demás especies animales se podrían enfermar.

7.- ¿Cuáles podrían ser los efectos en las otras especies si todos los des componedores de un ecosistema se extinguieran?

El ciclo de vida ya no se cerraría y quizás tampoco se iniciaría, pues degradan la materia orgánica en inorgánica y esta posteriormente es usada por los productores, en el caso de las plantas, para la fotosíntesis.

8.- ¿Cómo se ha conservado el ecosistema de bosque de oyamel sin los grandes depredadores como los Pumas, Lobos, Jabalíes y Águilas?

Parece ser que “bien”, porque al no haber depredadores, no hay muchas adaptaciones en los animales, sin embargo, habrá una sobrepoblación y por ende competencia por el alimento, pero el crecimiento de la población siempre estará limitada, pues los recursos no siempre estarán presentes.

Conclusiones:

El ser humano es el responsable de que la vida natural permanezca como tal, pues como se ha visto a lo largo de esta práctica, si un componente de un ecosistema falta, todo se vendría abajo. Es por esta razón por la que se la ha llamado “trama alimenticia”. Uno no puede vivir sin el otro, así que debe haber un equilibrio y esto se da en todos los ecosistemas del mundo, ninguno está exento.
Es importante conservar la mariposa monarca porque tiene una importancia como polinizador y factor de equilibrio ecológico preponderantes en el ecosistema de bosque de oyamel. Gracias a que este insecto es un agente directo de polinización, Michoacán ocupa un primerísimo lugar mundial en lo referente a su enorme variedad de plantas, frutos y flores.


Bibliografía: